miércoles, 16 de noviembre de 2011

Tipos de Ecosistemas

Existen fundamentalmente tres tipos de ecosistemas:

Ecosistemas acuáticos
Son aquellos que se dan en el agua. La principal ventaja de los ecosistemas acuáticos es su menor dependencia con respecto a la temperatura. En un ecosistema terrestre la temperatura constituye un factor limitante, mientras que el agua la temperatura tiene un valor más uniforme y no limita tanto la permanencia de los individuos.



Las principales desventajas de los ecosistemas acuáticos son la falta de nutrientes, la falta de oxígeno y la falta de luz a medida que aumenta la profundidad.




Dependiendo del tipo de agua podemos definir distintos tipos de hábitat acuáticos:

·         Los ecosistemas marinos

Las mayores zonas de vida de agua salada en La Tierra no son difíciles de encontrar, ya que éstas se encuentran en los océanos. Los océanos cubren alrededor del 71% de la superficie terrestre y son muy importantes para la preservación de toda la vida en La Tierra.

Playa: Área costera que consiste en la acumulación de sedimentos que pueden ser arenas, gravas o piedras.

Estuario: Una de las zonas de vida que se pueden encontrar en una zona costera es un estuario. Los estuarios son zonas cerradas de aguas costeras donde el agua de mar se mezcla con agua dulce de cauces interiores y ríos. La temperatura y los niveles de salinidad de los estuarios siempre dependen del flujo de agua salada de los océanos y del de agua dulce de los ríos y arroyos.

Humedales: Otra zona de vida que se encuentra en zona costera son los humedales costeros. Los humedales son tierras cubiertas de agua salada durante todo el año o durante parte de éste. Los humedales costeros son las zonas de vida de una serie de especies y son lugares recreativos populares. Colaboran en el mantenimiento de la calidad del agua filtrando y sedimentando.

Arrecifes de coral: En aguas costeras limpias y templadas de los trópicos y subtropicales, se pueden formar arrecifes de coral. Los arrecifes de coral son las más diversas de todas las zonas de vida acuática. En los arrecifes de coral viven muchas especies e interaccionan unas con otras en relaciones ecológicas complejas.

·         Los ecosistemas de agua dulce

El agua dulce es vital para la vida humana y el bienestar económico. La sociedad extrae grandes cantidades de agua de los ríos, los lagos, los humedales y los acuíferos subterráneos para abastecer los requerimientos de las ciudades, el campo y la industria. Nuestra necesidad de agua dulce nos hizo pasar por alto los beneficios -igualmente vitales- de mantener el agua en su curso natural conservando los ecosistemas de agua dulce saludables.

Los ambientes de agua dulce se pueden clasificar, de una forma global, en aguas corrientes (arroyos y ríos) y en aguas estancadas (lagos y lagunas).

Entre los factores abióticos que conforman el biotopo de un río existe uno que condiciona a todos los demás: la luz, el oxigeno, el dióxido de carbono, las sales minerales y ciertas condiciones de presión y temperatura.

Estos factores, la velocidad de la corriente, la temperatura y la cantidad de oxígeno, influyen decisivamente en la biocenosis que habita el río en sus distintos tramos.

Tramo alto. Las fuertes pendientes de las altas montañas favorecen la formación de rápidos. El cauce está formado por rocas y no hay fangos ni sedimentos en el fondo. Por su agitación y turbulencia y por las bajas temperaturas, son las aguas con mayor contenido en oxígeno.

En el tramo alto de un río encontramos animales que son potentes nadadores (trucha) o bien tienen elementos de fijación. Los pequeños organismos fotosintétizadores, algas y musgos, se adhieren al lecho o a las superficies rocosas.
Ecosistemas aéreos: Los ecosistemas aéreos son considerados como ecosistemas de transición dado que los individuos que lo integran no pueden estar en él de una manera permanente. Tienen que descender al suelo para buscar nutrientes, descansar, procrear, etc. Por este motivo, algunos especialistas los integran dentro de los ecosistemas terrestres.



La primera colonización vegetal de la tierra fue llevada a cabo por los musgos, utilizando el viento como transporte, en el cual todavía hoy, los musgos y sus descendientes más evolucionados, liberan sus semillas y sus esporas. El musgo libera millones de esporas al viento, pero debe esperar los períodos secos, pues de otro modo las esporas absorberían humedad y no llegarían muy lejos; esto lo hacen protegiendo a las esporas por medio de cápsulas, que abren cuando las condiciones son favorables. Los hongos liberan aún más esporas al viento que los musgos: los de tamaño normal pueden liberar 100 millones de esporas en tan solo una hora. El viento es también utilizado por plantas evolucionadas, como las orquídeas: cada flor libera hasta 3 millones de semillas al viento, pero como deben ser ligeras, no contienen alimento; por eso sólo algunas sobreviven: las que caen sobre ciertos tipos de hongo capaces de alimentarlas.



Las aves más grandes, y por lo tanto más pesadas, emprender el vuelo no es una tarea tan fácil; muchas de ellas no pueden empezar a volar sin la ayuda del viento: lo típico es que corran contra él, formando colchones de aire que la elevan. El albatros viajero, de alas muy largas, no puede batir sus alas con rapidez: por eso habita siempre en lo alto de las quebradas, dejándose caer en el aire; cuando se juntan a vivir en grupos, suelen hacer fila para los despegues.

Ecosistemas terrestres: Los ecosistemas terrestres presentan una variedad mayor que el resto de ecosistemas dado que son muchos los factores que limitan las especies que en ellos habitan. Entre los principales factores condicionantes tenemos el clima , la geografía, la composición del suelo, etc. Todos estos factores han producido una gran variedad de ecozonas o regiones biogeográficas en donde los elementos animados e inamimados presentan sus características peculiares.

Las especies se han adaptado a los ecosistemas desarrollando unas características que les permiten vivir en los mismos. Así, por ejemplo, entre las adaptaciones de los animales podíamos mencionar el desarrollo de unas extremidades adecuadas que les permiten el movimiento.



Las plantas no necesitan moverse pero han desarrollado tallos que les permiten sosternerse en el medio. En el caso de los árboles estos se llaman troncos y pueden proporcionar a estas plantas unas dimensiones enormes. (Otros ejemplos de adaptación vegetal)

Hábitat y nicho ecológico

Se considera hábitat el medio físico en el cual un organismo puede encontrar las condiciones adecuadas para vivir y reproducirse. Se dice que el organismo está adaptado a este hábitat concreto. Existen organismos muy especializados a un determinado hábitat, que no son capaces de vivir sin las condiciones del mismo. Otros individuos no están tan especializados y son capaces de vivir en hábitats más amplios.



Si el hábitat expresa el lugar donde una especie podría vivir, el nicho ecológico expresa el espacio de hábitat que la especie ocupa realmente. Se trata de la función que cada una de las especies desempeña dentro de un hábitat concreto. Por ejemplo, un búho presenta el nicho ecológico de las aves que viven en un bosque y se alimenta por la noche. Su nicho ecológico es diferente al del águila que vive en el mismo hábitat pero se alimenta de día.

La existencia de diferentes nichos dentro de un mismo hábitat posibilita la convivencia entre las diferentes especies que lo hábitat No obstante los nichos individuales pueden mantener una competencia entre ellos por el uso de los recursos.

Características de los ecosistemas

Los ecosistemas son unidades dinámicas, sometidas a continuos cambios que afectan tanto a los elementos bióticos como a los abióticos. Cuando se produce algún cambio en un factor ambiental o biológico el ecosistema en conjunto tiende equilibrarlo mediante una vuelta a su estado natural o una equivalente. Existen tres posibles tipos de cambios dentro de un ecosistema:


Sucesión: Se trata de un proceso de cambio que afecta a los elementos vivos de un ecosistema para conseguir lo que se conoce como clímax. Se considera clímax. El estado de equilibrio al que se llega después de todos estos cambios. El clímax. no supone necesariamente una vuelta a la situación original. Así, por ejemplo, después de un incendio en un bosque, se produce una sucesión de diferentes plantas hasta que se consiga llegar a la vegetación climática que puede ser un bosque con los árboles originales u otra forma de vegetación, puesto que la sucesión depende de otros factores como la lluvia, el suelo, la temperatura, etc.

Ritmos: Los ritmos son transformaciones periódicas que se producen en los elementos bióticos de un ecosistema por acción de factores internos o externos. Por ejemplo, un árbol de bosque templado no consigue igual producción de materia orgánica en verano que en invierno.

Fluctuaciones: Son las irregularidades o cambios que se producen con respecto a lo que sería un valor normal. Por ejemplo una menor disponibilidad de alimentos, fruto de una sequía puntual, llevaría a una menor producción de crías en muchos animales.

¿Qué son los ecosistemas?

Un sistema ecológico o ecosistema es una unidad básica de la ecología. Se define como un conjunto de relaciones entre un conjunto de seres vivos dentro de un medio físico en el que habitan. Por lo tanto un ecosistema está formado por elementos inanimados o abióticos  agua, minerales, luz solar, clima, etc.) y un conjunto de elementos animados o bióticos (plantas, animales, bacterias, algas, etc.) y de que manera estos se relacionan, como fluye la energía y los materiales dentro de él. El medio físico se conoce como biotopo y el conjunto de seres vivos que el viven se llama biocenosis.